OFRENDA POR EL PECADO.
INTRODUCCION.
La Ofrenda por el Pecado (chatta'ah) (Levítico 4:1-5:13) era una ofrenda obligatoria para la cobertura del pecado. Podría ser un buey, un carnero, un cabrito, palomas, o pichones o incluso harina refinada, dependiendo de la naturaleza del caso. Esta ofrenda cubría los pecados por debilidad o capricho, sin intención. No cubría los pecados de presunción en desafío a Dios, o los pecados por rebelión. No lidiaba con los pecados en general, sino con pecados particulares.
Números 15:30-31 nos recuerda que no había propiciación por la persona desafiante. La idea era de agitar el puño levantado contra Dios. Los pecados arbitrarios no estaban cubiertos, y de tales actos solo se esperaba el juicio de Dios.
El adorador traía su animal al Tabernáculo, y en presencia del sacerdote, colocaba sus manos sobre la cabeza de la víctima como identificándose con su sacrificio. El animal era asesinado y la sangre era rociada o bien en los cuernos del altar mayor o en el Lugar Santo hacia el velo. El fuego en el altar de bronce consumía la grasa. En algunos casos, la carne era daba a los sacerdotes. Las piezas que no se consumían eran quemados fuera del campamento.
DESARROLLO.
DESARROLLO.
Lea: Lv: 4-5:13, 6:25-30; 7:7; Núm 15:22-31
La ofrenda por el pecado era un símbolo de la muerte expiatoria de Yeshua. Con esta ofrenda, la nación de Israel tenía un concepto más completo de la necesidad del perdón: la mancha del pecado y su eliminación es el centro del mensaje de la Biblia.
La ofrenda era diferente para diferentes personas. Se usaba un buey joven para el sumo sacerdote y la congregación, Lev 4:13-14. Se usaba la cría de una cabra para los gobernantes, Lev 4:23. Se usaba una cría de cabra, hembra o cordero para el pueblo común, Lev 5:6. Dos tórtolas o palomas de corta edad, Lev 5:7 o se usaba una décima de un efa de harina fina en el caso de los que eran muy pobres, Lev 5:11.
Era preciso que los animales fuesen sin mácula, Lev. 4:3, 23, 28, 32. La harina debía ser fina, Lev 5:11. Yeshua también fue inspeccionado antes de Su muerte en la estaca de la ejecución y fue hallado inocente.
Juan 19:4 Entonces Pilato salió otra vez fuera, y díjoles: He aquí, os le traigo fuera, para que entendáis que ningún crimen hallo en él.
Era preciso matar al sacrificio ante el Señ-r, Lev 4:4, 15. Este es el mismo lugar en el que mataba al animal para el holocausto, Lev 4:24,29; 6:25, que se encontraba en la parte norte del altar de bronce, Lev 1:11.
Antes de matar al sacrificio la persona que lo estaba haciendo colocaba sus manos sobre el animal confesando sus pecados y a continuación ella misma mataba al animal, poniendo de manifiesto la ira de Di-s en contra del pecado y la necesidad que tiene el hombre de ser perdonado. La ofrenda por el pecado era siempre la primera ofrenda porque era necesaria la expiación antes de que pudiese haber ningún progreso en una relación con Di-s gracias a las otras ofrendas.
Todas las ofrendas debían ser sazonadas con sal, puesto que la sal simboliza que el amor de Di-s por Su pueblo es imperecedero y además la sal antiséptica, implica durabilidad, fidelidad y pureza. La sal es lo contrario de la levadura, que es el símbolo de la corrupción.
Levitico 2:13 Y sazonarás toda ofrenda de tu presente con sal; y no harás que falte jamás de tu presente la sal de la alianza de tu Dios: en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.
Yeshua nos dijo en:
Mateo 5:13 Vosotros sois la sal de la tierra: y si la sal se desvaneciere ¿con qué será salada? no vale más para nada, sino para ser echada fuera y hollada de los hombres.
La porción de la ofrenda para Di-s era la grasa que cubría las partes internas, los dos riñones con la grasa y el redaño de los animales le pertenecían al Señ-r y se quemaban sobre el altar de bronce, Lev 4:8-10, 19-20, 26, 31, 35. La grasa representa la perfección y la buena salud en el animal que iba a ser sacrificado. Los restos de los animales ofrecidos para el sumo sacerdote y la congregación también le pertenecían al Señ-r y debían quemarse en el exterior del campamento, en el lugar de las cenizas, Lev 4:11-12;21;6:30. Si se ofrecían pájaros, ambos debían quemarse sobre el altar de bronce, uno por el pecado y el otro como ofrenda de holocausto. Si se ofrecía harina, debía quemarse un puñado, pero se quemaba sin aceite o incienso.
El resto de las ofrendas presentadas por los gobernantes o por el pueblo común debían comérselas los sacerdotes en el patio exterior, Lev 6:26, 29. Los restos de la ofrenda de harina por el pecado le pertenecía a todos los sacerdotes, puesto que era una ofrenda seca, Lev 5:13; 7:10
Dependiendo de quién hiciese la ofrenda la sangre se manejaba de manera diferente. La sangre de la ofrenda de la congregación del sumo sacerdote se rociaba siete veces delante del velo interior del santuario. Una parte se aplicaba a los cuernos del altar del incienso y el resto se derramaba saliendo por la parte inferior del altar de bronce, Lev 4:6-7, 17-18; 6:30. La sangre de los animales que ofrecían los gobernantes y el pueblo común se aplicaba a los cuernos del altar de bronce, derramándose el resto por la parte inferior del altar, Lev 4:25, 30, 34. Si se ofrecían pájaros, la sangre se rociaba en las esquinas del altar de bronce y el resto por la parte inferior del altar, Lev 5:9.
La sangre que se derramaba por la parte inferior del altar simbolizaba la sangre de Yeshua, que se derrama por nuestros pecados.
El resto del animal se quemaba en el exterior del campamento, lo cual también es simbólico de Yeshua, que murió fuera de las puertas de la ciudad por nuestros pecados.
Hebreos 13:11-12 Porque los cuerpos de aquellos animales, la sangre de los cuales es metida por el pecado en el santuario por el pontífice, son quemados fuera del real. Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo por su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
Las ofrendas diarias por el pecado no eran símbolo de la muerte sacrificada de Yeshua con cada ofrenda del sistema levítico de adoración. Esto estaba tipificado tan solo por las ofrendas por el pecado en Yom Kippur (el Día de la Expiación).
En Yom Kippur solo había el sacrificio de sangre, pues no se usaba el sacrificio de la harina.
Lev 17:11 Porque la vida de la carne en la sangre está: y yo os la he dado para expiar vuestras personas sobre el altar: por lo cual la misma sangre expiará la persona.
En el caso de las ofrendas por el pecado y por las transgresiones solo se podía ofrecer un animal, mientras que en el caso de las otras ofrendas estaban permitidos los sacrificios múltiples debido a que simbolizaban a Yeshua, que fue el único que estaba capacitado para morir por nuestros pecados, ya que no existe un número de personas que puedan morir por nuestros pecados.
Comentarios