EMERGENCIAS MEDICAS EN ISRAEL.
A los 16 años, Eli Beer estudiaba en una Ieshivá en Jerusalem y soñaba con ser paramédico. Se ofreció como voluntario en un servicio de ambulancias. Un día recibieron una llamada sobre un niño de 7 años que se había atragantado con una salchicha. Cuando la ambulancia llegó 20 minutos más tarde, el niño había muerto. Al enterarse que a una cuadra de distancia había un médico, Eli comprendió que el sistema de emergencias necesitaba con urgencia ser reestructurado. Aprovechando la jutzpá israelí, Eli convenció a sus padres para que le compraran una radio policial y así poder monitorear las llamadas de emergencias médicas. Poco tiempo después escuchó una llamada sobre un accidente de tránsito apenas a una cuadra de distancia. Eli corrió hacia el lugar. “Había un anciano sangrando con una herida en el cuello”, relató Eli a AishLatino.com. “Yo no tenía equipo médico, así que me saqué mi kipá y la utilicé para aplicar presión y detener el sangrado. Más tarde supe que ese homb