Y LA FE ES POR EL OIR Y EL OIR LA PALABRA DE DIOS.


INTRODUCCION. 
En nuestra siguiente Parashat, estaremos meditando sobre el tema que lleva por título. Porque la Fe Es Por El Oír y El Oír La Palabra De Dios. Lo hemos oído y antes leidó más de una vez en las Santas Escrituras, escuchado en los mensajes de la iglesia y tambièn en las oraciones de nuestros hermanos nuevos en la fe y pedian. Señor aumentame la fe y mientras aún esperemos Al Señor de los Señores lo seguiremos escuchando, pero las Santas Escrituras nos dicen, nos revelan y recuerdan que El Señor nos dio una medida de fe a cada creyente, a cada convertido y tambièn nos dicen que está fe es fortalecida mediante la lectura de los Escritos Sagrados, mediante los testimonios y tambièn por la oración y la busqueda del Santo Rostro de Dios.

PALABRAS DE ORACION.
DESARROLLO.
Ro:10.17. Así que la fe viene por el oír y el oír la Palabra de Dios.

 Las Santas Escrituras nos hablan acerca de la fe, de cómo viene la fe a nuestras vidas, a nuestras personas y a nuestros corazones; lo primero que tenemos que hacer es creer en El Hijo del Hombre, en El Señor Jesucristo, en El Verbo de Dios y que El es El Cordero Santo de la Cruz y que èl dio su Vida primero por su pueblo y por todo hombre y ser humano que estamos sobre la tierra para que seamos salvos de la condenación solo por aceptar su Sacrificio en la Cruz del Calvario y por creer en El.
En el instante en que nosotros aceptamos su Muerte y Resurrección de entre los muertos al tercer día, doblando nuestras rodillas delante de El, El Espíritu Santo de Dios se derrama, se llena, se vacea en nuestros espíritus plenamente y en ese micro segundo El, nos da una medida de fe, a partir de ese instante nosotros tenemos que fortalecer y empoderar nuestra fe ¿y cómo lo hacemos? pues la Santas Escrituras nos lo enseñan, nos educan, capacitan y instruyen y nos dicen. Que la fe es por el oír y por el oír la Santa Palabra de Dios, eso en buen cristiano significa que nosotros tenemos que escuchar la Santa Palabra de Dios una y otra vez, es decir tenemos que leer las Escritura, tenemos que escuchar mensajes de la Palabra de Dios, tenemos que escuchar testimonios de poder y todo testimonio es de Poder porque no son nuestros sino del Señor Jesús, tenemos que doblar rodillas y matar nuestra carne Delante del Señor Jesucristo.
Hemos escuchado mensajes de la fe y sobre la fe-Emunah-H-Pistis-G y nos hablan de diferentes clases de fe, no nos vamos a ocupar de ellas, porque para nuestro entendimiento solo existe una clase de fe y es la que fue depositada y dada el día de nuestra conversión y es la fe salvadora por haber creído en El Señor Jesucristo.
Nuestra fe, pasa por muchos momentos malos, difíciles, angustiosos, de depresión y de pecado si de pecado, nuestra fe es probada, fortalecida y empoderada mediante las pruebas, las luchas, las enfermedades, los conflictos, los golpes que nos da èl Diablo y aún en las tentaciones y en sus caídas.
Muchas veces hemos escuchado decir. Pastor, hermanos sus oraciones por mi fe, porque estoy bajo, pero amados nuestra fe está siempre en el lugar donde fue depositada desde el principio en la misma cantidad y volumen solo que por motivos de las pruebas, las luchas, el desempleo, los golpes, las enfermedades, la falta de dinero para pagar el depa o la casa  o por causa del pecado se enpolvo, se enfrió, se entibio y se congelo pero El Santo Espíritu de Dios, está trabajando en usted sin importar el motivo de haber permitido que su fe pasara por estos momentos malos, para que usted se doble de rodillas y comience a buscar de Dios y siga buscando más y más de Dios y usted se aparte de la tibieza, de la frialdad, del hielo espiritual y si es pecado pues para que usted comience a aborrecer el pecado que una vez practico y mate día a día su cuerpo, entonces usted, nosotros diremos a este monte, a está enfermedad, al Corona Virus echate a la mar en El Nombre del Señor Jesús y se ira para su alabanza; pues nuestra fe sea del tamaño que sea esta fortalecida y empoderada.
No debemos de alejarnos, de distanciarnos de escuchar las Santas Escrituras y de orar en los momentos malos porque una cosa llama a la otra porque si estamos tibios, nos volveremos fríos y de fríos nos congelaremos y si estamos congelados luego, luego caeremos en pecado con alguna ramera, prostituta o mujer.

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