LA PROFETISA HULDA.
En nuestra siguiente Parashat, estaremos meditando en el siguiente tema que lleva por título. La Profetisa Hulda-Juldáh- Topo o Comadreja-Sobre está gran mujer y sierva del Señor Jehová Dios de los Ejèrcitos, las Santas Escrituras no nos dan mucha información y luz sobre ella, de la misma forma cómo aparece en la escena bíblica tambièn desaparece, Pero El Dios de Abraham, Isaac y Jacob da testimonio de ella, hablando al rey Josias y al pueblo de Israel sobre su infidelidad, era esposa de Salum, guardarropa real del rey, vivía en la segunda sección de la ciudad de Jerusalèn, ha Hulda, sólo se la menciona II De Reyes:22.14, y en el pasaje paralelo en Crónicas. Lo que nos revela las Santas Escrituras es que la Profetisa Hulda tenia un gran y buen testimonio delante del rey, de los nobles y del pueblo y que ella contaba con el aprecio de ellos, esta mujer vivió en tiempos del rey Josías-YoshiYAH. Decimo sexto gobernante del reino del sur, de Juda, cuando se hacían reparaciones en el templo del Señor, Hiquias encontro el Libro de la Ley y lo llevo ha entregar al rey Josias.
HALLAZGO DEL LIBRO DE LA LEY.
A los 26 años, Josías, envía a reparar el templo que estaba medio abandonado y necesitaba reparaciones. Recogió todas las ofrendas voluntarias del pueblo y lo dio a los trabajadores para reparar lo que se necesitara en el templo. Había carpinteros, albañiles, necesitaban materiales, y lo pagaban de las ofrendas. Eran hombres fieles y honrados, durante las reparaciones encuentran. El libro de la ley de Dios, el Pentateuco, era la copia de los cinco primeros libros de las Santas Escrituras, y estaba al lado del arca. Cuando es encontrado El Libro de la Ley lo traen delante del rey y lo comenzaron a leer, tal fue el impacto que hizo la ley en el rey que rasgó sus vestidos. Esto era señal de dolor, sufrimiento y llanto. Seguro que leyeron parte de Deuteronomio que habla de las consecuencias de la desobediencia a Dios. Por eso Josías está tan preocupado. Él reconoce su pecado y el pecado de su pueblo de la nación y sabe que Dios está airado por ello y que los puede castigar. Por eso quiere saber cómo de mala es la situación, y envía un grupo de hombres para consultar a Dios.
PALABRAS DE ORACION.
DESARROLLO.
HULDA LA PROFETISA.
14)* Estamos en pleno siglo XXI y podemos ver que se han levantado profetisas, no dudamos de su llamamiento y ministerio, sino que han cambiado el titulo o la ordenación de Profetisas a Profetas y solo las Santas Escrituras otorgan este privilegio de ser llamados a los varones cómo profetas y ni siquiera Hulda púdo ostentar el nombre de Profeta sino de profetisa, desde luego bien llevado porquè era una mujer consagrada al Señor.
Entonces fueron el sacerdote Hilcías, y Ahicam, Acbor, Safán y Asaías, a la profetisa Hulda, mujer de Salum hijo de Ticva, hijo de Harhas, guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusalén en la segunda parte de la ciudad, y hablaron con ella.
Cuando encontraron el santo Libro de la Ley, èl rey Josias, preocupado y deseoso de saber acerca de los juicios de Jehová Dios de los Ejèrcitos, envía al sacerdote Hilcias acompañado de Ahicam, Acbor, Safán y Asaías a Consultar a Jehová Dios de los Ejèrcitos, mediante la profetisa Hulda, ella era esposa de Salum, guardarropa real del rey Josias. El sacerdote Hilcias y sus acompañantes no se detuvieron a pensar ¿a quien iremos? ¿donde que profeta iremos? Sino que con seguridad, con firmeza y rapidez dijeron. ¡Vamos donde la profetisa Hulda! Porque ella era conocida cómo una Mujer de Dios, una sierva consagrada al servicio de Jehová Dios de los Ejèrcitos, una varona de oración y de ayuno, llegando a la casa de la profetisa Hulda, ella los recibio y hablaron con ella sobre el hallazgo del Libro de la Ley.
DIOS HABLA POR MEDIO DE HULDA.
15) Y ella les dijo: Así ha dicho Jehová el Dios de Israel: Decid al varón que os envió a mí:
La profetisa Hulda comenzó ha hablar y les dijo: Volveos y decid al rey de Judá, al varón que ha sentido dolor por el pecado de desobediencia, de idolatría, de maldad de sus padres, y ha rasgado sus vestiduras y llanto ha llenado sus ojos, cuyo corazón esta preocupado y deseoso por Mi: Así ha dicho Jehová Dios de los Ejèrcitos y Dios de Israel. Decid al rey de Judá, que os envio a Mi.
16) Así dijo Jehová: He aquí yo traigo sobre este lugar, y sobre los que en él moran, todo el mal de que habla este libro que ha leído el rey de Judá;
Entonces fueron el sacerdote Hilcías, y Ahicam, Acbor, Safán y Asaías, a la profetisa Hulda, mujer de Salum hijo de Ticva, hijo de Harhas, guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusalén en la segunda parte de la ciudad, y hablaron con ella.
Cuando encontraron el santo Libro de la Ley, èl rey Josias, preocupado y deseoso de saber acerca de los juicios de Jehová Dios de los Ejèrcitos, envía al sacerdote Hilcias acompañado de Ahicam, Acbor, Safán y Asaías a Consultar a Jehová Dios de los Ejèrcitos, mediante la profetisa Hulda, ella era esposa de Salum, guardarropa real del rey Josias. El sacerdote Hilcias y sus acompañantes no se detuvieron a pensar ¿a quien iremos? ¿donde que profeta iremos? Sino que con seguridad, con firmeza y rapidez dijeron. ¡Vamos donde la profetisa Hulda! Porque ella era conocida cómo una Mujer de Dios, una sierva consagrada al servicio de Jehová Dios de los Ejèrcitos, una varona de oración y de ayuno, llegando a la casa de la profetisa Hulda, ella los recibio y hablaron con ella sobre el hallazgo del Libro de la Ley.
DIOS HABLA POR MEDIO DE HULDA.
15) Y ella les dijo: Así ha dicho Jehová el Dios de Israel: Decid al varón que os envió a mí:
La profetisa Hulda comenzó ha hablar y les dijo: Volveos y decid al rey de Judá, al varón que ha sentido dolor por el pecado de desobediencia, de idolatría, de maldad de sus padres, y ha rasgado sus vestiduras y llanto ha llenado sus ojos, cuyo corazón esta preocupado y deseoso por Mi: Así ha dicho Jehová Dios de los Ejèrcitos y Dios de Israel. Decid al rey de Judá, que os envio a Mi.
16) Así dijo Jehová: He aquí yo traigo sobre este lugar, y sobre los que en él moran, todo el mal de que habla este libro que ha leído el rey de Judá;
Así ha dicho Jehová Dios de los Ejèrcitos, El Dios de Israel. Ha llegado el tiempo, ha llegado el momento en que Yo, traigo Mis juicios, la paga, la recompensa y la retribución sobre todos ser viviente, sobre todo hombre y mujer, joven y viejo que vive, que mora, que duerme y se alimenta en este lugar, en esta ciudad, todo lo que esta escrito por Mi puño y letra en el Libro de la Ley, en contra del pecado de la idolatría, por el pecado de deshonrar a los padres, las maldiciones para los que se burlan de las personas ciegas, las maldiciones del hombre que se acostare con la mujer de su padre, las maldiciones de los que se ayuntare con animales, las maldiciones del que se acostare con su hermana, las maldiciones para el que se acostare con su suegra, las maldiciones por no obedecer la palabra, los decretos de esta Ley. Todas las maldiciones que están tipificadas en el Libro de Deuteronomio. En la balanza, en el equilibrio de la vida toda acción tiene su reacción, en otras palabras toda acción tiene su recompensa para la malo y para lo bueno y casi todos los reyes de Judá habían hecho lo malo Delante de Jehová Dios de los Ejèrcitos y había llegado el momento de pagar y el pago muchas veces viene generaciones despuès de nuestro pecado, de nuestra iniquidad y maldad.
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