EL DESEO DE PABLO DE VISITAR A LOS CREYENTES DE ROMA.
En nuestra siguiente Parashat estaremos meditando sobre el tema que llevara por título. El Deseo de Pablo por Visitar Roma. Es indudable que muchas veces nosotros hemos tenido grandes deseos de visitar una aldea, un pueblo, una ciudad, un país con la finalidad de llevar el Evangelio de salvación a las almas que no conocen del Señor en esos lugares y tambièn para fortalecer, alentar y bendecir a las almas de los creyentes convertidos al Señor y aun mucho más cuando es El Santo Consolador, El Espíritu de Dios quien nos está comisionando, motivando, poniendo el querer cómo el hacer en nuestras vidas. Así mismo sucedió pero con mucha mayor fuerza, empuje y decisión en la vida del apóstol Pablo, el apóstol sabia que existía una iglesia en Roma integrada en su minoria por judíos convertidos y por gentiles en su mayoria, que eran nuevas criaturas y la única forma de establecer una comunicación fraterno pastoral era que el apóstol viajará a la ciudad de Roma, cosa de Pablo lo haría mucho tiempo despuès en una forma cómo èl no lo pensó, quiso y deseo, pues iría preso y en cadenas.
El sexto Libro, carta o epístola. A los Romanos fue escrita posiblemente en la ciudad de Corinto por èl apóstol Pablo, en el año 56-58. D.C.
PALABRA DE ORACION.
DESARROLLO.
Ro:1.6,15. entre los cuales estáis tambiès vosotros, llamados a ser de Jesucristo;
* Los versos 6 y 7 son parte central de la salutación que hace el apóstol Pablo a la iglesia de Roma, pero por la forma del contexto de la salutación de la carta a los Romanos, nos hace ver y conocer que el apóstol Pablo conocía a los miembros de la iglesia con nombre y apellido. Sus primeras palabras son de aliento, de convicción, de fortaleza y de mucha seguridad que todos los miembros de la iglesia local de Roma eran propiedad del Señor Jesucristo y esto era indudable.
7) a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y Paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
* Nuevamente sus palabras son de conocimiento, gran seguridad, de fe y de bendición al decir. A todos los que están en la ciudad de Roma, no solamente eran conocidos los miembros de la iglesia, sino tambièn posiblemente otras personas las cuales estaban a punto de convertirse al Evangelio de salvación, llamados a ser creyentes y lavados por la Sangre del Cordero del Señor Jesucristo, llamados desde antes de la fundación del mundo a ser santos y santificados por los Mèritos del Señor Jesús. Las palabras Gracia y paz no son un simple saludo o un saludo de cortesía nada más. Este es un saludo lleno, cargado de abundantes bendiciones, con un hermoso mensaje y deseo para los demás. Al juntar estas dos palabras, Pablo está tomando los saludos normales de dos culturas. La palabra Gracia que usaban los griegos, y la palabra Paz que era el saludo que usaban los judíos. Cada una de estas palabras tiene su propio significado, y ambas son usadas con un contenido cristiano.
Gracia significa bondad, misericordia, estimación, favor, bendición, regalo, obsequio. La gracia tiene que ver con la actitud característica de Dios hacia las personas. Dios es la fuente de la cual procede la gracia, y Jesús es el medio por el cual la gracia, el regalo, el obsequio llega a las personas.
Paz significa bienestar, tranquilidad. No quiere decir paz en el sentido de ausencia de guerras o de problemas. Es la paz que resulta de la reconciliación del hombre con Dios. La gracia de Dios produce paz. La persona puede estar en medio de conflictos, dolor o dificultades, y a pesar de esto tener paz. Este saludo incluye todo: la gracia y la paz que proceden de nuestro Padre Dios y de nuestro Señor Jesucristo. Pablo quiere que sus lectores conozcan a Dios como Padre a través del Señor Jesucristo y gocen de la gracia y la paz que solo Dios puede dar. La persona que tiene la gracia y la paz estará teniendo una relación especial consigo misma, con sus semejantes y con Dios, y desea esto mismo para los demás.
8)Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo.
* No se puede establecer a quien o a quienes les fue dirigida la carta, la epístola o libro más conocida como la de. Los Romanos. Pero si se puede apreciar, leer y entender el gran aprecio y amor que sentía el apóstol Pablo por los hermanos de la iglesia de Roma. El apóstol Pablo continua despuès de una breve, fraterna y amorosa salutación a los miembros de la iglesia local de Roma. Primeramente dá testimonio de agradecimiento a Jehová Dios de los Ejèrcitos, delante de los creyentes de la iglesia de Roma, mediante la intercesión del Señor Jesucristo por todos los santos y creyentes de Roma y así mismo por su fe, que está siendo divulgada por las cuatro esquinas de la tierra.
9) Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones,
* Sabe Dios y tiene amplio conocimiento cómo Testigo mio, a quien siempre he servido en mi espíritu con mí voluntad, conocimiento y sabiduría de parte de Jehová Dios, en la predicación del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, del Unigènito y Primogènito de Dios Padre, de que sin cesar intercedo, oro y clamo a nuestro Buen Dios por vosotros, en mis oraciones.
10) rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.
* A nuestro amado hermano Pablo, le asistía, le llenaba, le saturaba el deseo de llevar el Evangelio a la ciudad de Roma, especificamente a la iglesia local. Rogando siempre en mis oraciones para que El Dios de Paz, a quien servimos, me de la oportunidad y la bendición por su Perfecta Voluntad el poder visitaros y me pueda dar un feliz, seguro, bendecido y prospero viaje.
11)Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados;
* Muchos se han preguntado ¿Quien fundó la iglesia de Roma? Muchos afirman que no fue el apóstol Pablo, pero lo podemos decir con mucha seguridad que fue el apóstol Pablo, el siervo del Señor, había predicado a muchas personas, había evangelizado a muchas personas judías, griegos y romanas en Jerualèn y pensamos y creemos que el lo hizo a travès de los nuevos conversos, bajo su dirección y cuidado. Porque tengo un gran deseo de poder veros, para poder comunicaros, para tratar, meditar y enseñar mediante las Santas Escrituras, mediante la Santa Palabra de Dios alguna revelación sobre algún don espiritual que desconocían los hermanos de Roma. (Con toda seguridad que nuestros hermanos de la iglesia de Roma, tenían muchas preguntas para hacerle al apóstol sobre las Escrituras y la fe, así mismo èl apóstol Pablo tendría preguntas que hacer para de está forma tanto los hermanos de la iglesia de Roma y èl saldrián bendecidos.) Ademas de ello èl apóstol Pablo quería testificar delante de ellos las Maravillas, los Milagros, los prodigios y señales que El Señor hizo en las vidas de los nuevos convertidos y aún más que nada su conversión y su encuentro con El Señor Jesucristo, camino a Damasco.
12) esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.
* La revelación, la enseñanza y la predicación del Santo Evangèlio del Señor Jesucristo, es una gran provisión y bendición del Dios a quienes servimos mediante su Santo Espíritu, para que su iglesia, los creyentes seamos plenamente, completamente confortados y renovados mediante la fe, la convicción que viene por el oír la Santa Palabra de Jehová Dios de los Ejèrcitos, la cual es algo común, normal, frecuente y universal entre los que creèmos he Invocamos, clamamos y doblamos rodillas Delante de la Santa Presencia Del Señor Jesucristo y predicamos El Nombre que es sobre todo Nombre y de su Santo Evangèlio de salvación a judíos y gentiles.
13)Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles.
* Amados y santos hermanos de Roma, no deseo, no quiero que ignorèis y que no sepáis que más de una vez he intentado, me he propuesto y me he esforzado con todo mi corazón durante años el viajar a la ciudad de Roma para veros a vosotros frente a frente y cara a cara y poder gozarme y alegrarme y este gozo, está paz y está alegría poderla compartir con vosotros, en sus corazones. Pero hasta este momento, hasta ahora he sido estorbado, obstaculizado, impedido y detenido por el arduo trabajo misionero, por el mucho trabajo de la evangelización, de la predicación y enseñanza de la Santa Palabra de Dios, de las Santas Escrituras, en los lugares que aún falta sembrar la semilla de la fe y del evagèlio de salvación, porque esto es bueno al progreso, al desarrollo y al conocimiento del Evangèlio en las cuatro esquinas de la tierra. Amados y santos de la iglesia de Roma, espero tener entre vosotros hijos míos algún fruto de bondad, de amor, de fe y de conocimiento.
14) A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.
Amados, yo soy deudor, acreedor, una persona que está en deuda a griegos, a romanos y bárbaros, a sabios, a no sabios, a cultos e incultos, a educados y no educados, a personas preparadas secular y a las no preparadas, a gente del campo, del pueblo y de la ciudad por no haber podido llevarles, hablarles y predicarles sobre El Amor Eterno de Jesucristo, Señor nuestro para que crean, se conviertan de sus pecados y se arrepientan de sus maldades e iniquidades y sean lavados con la Preciosa Sangre del Santo Cordero de Dios y sean salvos mediante los Mèritos del Señor Jesús.
15) Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.
Así mis amados santos del Señor Jesucristo, en cuanto a mí, conforme a la Voluntad del Señor Jehová de los Ejèrcitos, pronto estoy a anunciaros el Evangèlio de nuestro Señor y Salvador, pronto estarè viajando a la ciudad de Roma, para que nos podamos gozar y llenarnos de paz con la Palabra de Dios, con los testimonios de las cosas que ha hecho aquí entre nosotros.
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