ZELICAH LA ESPOSA DE POTIFAR

Los hermanos de José lo venden como esclavo
INTRODUCCION.
En nuestra siguiente Parashat, estaremos meditando sobre el tema que lleva por título. Zelicah la Esposa-Kallah de Potifar, de la cual el Gn: No nos dice nada, no detallan, ni especifican sobre su nombre, de la cual sabemos que era una mujer, una hembra-Negebah, una mujer-Ishah de grandes atributos físicos, de gran belleza, de cuerpo anatómico, bello, hermoso y de grandes dones femeninos  y de mucha sensualidad la cual  compartía con varón que le gustara y llenara sus espectativás físicas y sexuales,  esta mujer egipcia posiblemente por su edad, raza y mucho calor le agradaba el sexo, pues era calentona pero no con el esposo, con su marido, con su dueño, si no con otros varones, con hombres jóvenès de constitución fuerte y musculosa, como era el caso de nuestro hermano José. Como conocemos José era el onceavo hijo de Jacob-Ya'acov, al cual amaba mucho, José era aborrecido y odiado por sus hermanos-Aj, a causa de sus sueños y porque sus hermanos eran de mal corazón y perversos sentimientos pues lo querian matar y terminaron por venderlo a los madianitas como si fuera un animalito, pero Dios Jehová-YHWH de los Ejércitos-Tzebaot tenia un proposító tejido, hecho en Egipto-Mitzrayim-H.
DESARROLLO.

Gn:39. 7,20. Todos los creyentes de las cuatro esquinas de la tierra, conocemos, la historia bíblica acerca de Josè y las cosas que le acontecieron en su juventud, cómo fue probado por èl Diablo y como Josè salió airoso, victorioso de todas aquellas pruebas, es èl tipo de jóven que todo creyente deberia de imitar, ante la tentación, ante el pecado, ante la adversidad, ante los deseos de la carne las Santas Escrituras nos detallan cómo Josè fue vendido por sus hermanos a una columna de ismaelitas, no por sus vecinos, amigos o desconocidos sí no por su propia sangre-Dan, despuès que fuera golpeado, insultado y casi muerto y asesinado echado en un pozo de agua que estaba seco; en Egipto fue comprado por èl capitán de la guardia de Faraón y llevado a su casa, a una gran casa.
Más El Dios de sus padres estaba con èl, Josè jamas dejo la comunión intima con Jehová Dios de los Ejèrcitos y fue prosperado en todo lo que hacia, en la casa del Egipcio.
JEHOVA DIOS DE LOS EJERCITOS BENDICE A POTIFAR.
3)Y vio Potifar que El Dios Unico y Verdadero estaba con èl joven, pues todo lo que hacía prosperaba, se multiplicaba y esto agradaba y le hacía feliz.
De está forma Jehová Dios de los Ejèrcitos, puso en Gracia y en alta estima a Josè delante de Potifar, Josè le servía en todo lo que era necesario, y todo lo que Potifar tenía estaba en las manos de Josè. y aconteció, sucedió que desde el instante, desde el momento en que Potifar le entregó en  encargó la responsabilidad de su casa, de sus tierras, de sus campos y chacras Jehová Dios de los Ejèrcitos comenzó a bendecir, a prosperar la casa, las propiedades, las tierras, los cultivos y los negocios del egipcio, todo esto a causa de Josè-Yosef-H. 
El capitán Potifar, no se preocupaba de nada pues todo lo había dejado en las manos, bajo la responsabilidad de Jos­è, su mayordomo de lo único de lo que Potifar se preocupaba era de lo que tenía que comer y alimentarse día tras día, del pan, de la leche para su desayuno y de sus comidas y èl jóven Josè era de hermoso aspecto y físico atractivo pues era alto, musculoso y muy fuerte como todo joven de 18 años.
CUANDO EL DESEO SE LEVANTA EN LA MENTE DE LA MUJER.
7) Aconteció de todo esto que la mujer de su amo puso sus ojos en Josè, y le dijo duerme conmigo.

Nuestro amado hermano Josè estaba feliz, gozoso, bendecido y agradecido con El Dios de sus padres, con Jehová Dios de los Ejèrcitos por sus favores; pero no contaba con el ataque del Maligno, de Satanás, del Diablo y de la serpiente antigua y con la insinuación, la proposición , la oferta, la mención y deseos de entrega de la esposa de Potifar. Y aconteció, sucedió despuès que Josè fuera instalado como siervo y mayordomo por èl capitán Potifar, que un día la mujer, la esposa de Potifar de nombre Zelicat, puso sus ojos en Josè, pues se había enamorado carnalmente, perdidamente del joven de bello rostro y hermoso parecer, Zelicah no podía estar tranquila a causa de sus pensamientos y deseos, interès por èl joven Josè, pues lo deseaba y todos sus pensamientos solo estaban dirigidos hacía èl. (Potifar era un hombre un poco mayor, con grandes responsabilidades pues estaba al frente de la guardia de Faraón y Zelicah era joven con toda la belleza que da la juventud, con un cuerpo sensual, sexual, atractivo, anatomico y bello con un cuerpo carnal y animal que solo deseaba sexo como toda mujer, hembra y esposa casada y como todo hombre y varón en edad joven y fresca; cosa que su esposo no podia complacerla pues tenía grandes responsabilidades con su rey. 
Y le dijo un día directamente como si fuera una ramera de la calle, mientra lo acariciaba. Josè que fuerte, alto y bello eres, que musculoso y que bellos son tus ojos. Josè no hay nadie en la casa los esclavos todos están en el campo y Potifar no está en la casa pues está en el palacio con faraón, ven Josè, amorcito hagamos el amor nadie se va a enterar y menos mi marido-Baali-H, quiero entregarte mi cuerpo, quiero pertenecerte y ser solo tuya y que tu seas mi dueño, mirame no soy un paraiso, ven disfruta de mi deseo, de lo que te gusta y dejame disfrutar de tu cuerpo, hagamos el amor mi Josè, desde el primer instante en que te vi me enamore de ti y solo ardo en deseos por ti, me estoy quemando de deseos por ti Josè, quiero estár intimamente en la cama, quiero ser tuya y pertenecerte.
JOSE NO PECO EN CONTRA DE DIOS NI DE SU CUERPO.
8) Y èl no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en la casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene.
Con toda seguridad que si nosotros hubieramos estado en la persona de Josè, hubieramos caído no una vez si no todas la veces que Zelicat lo hubiera deseado, por nuestra naturaleza que es carnal y animal, lo decimos sin hipocresía. Josè èl siervo del Señor y Dios no tenía una mente carnal, terrena y animal si no espiritual porque èl veía Al Invisible por fe-Emunah, y le servia y aunque con toda seguridad que Josè tenía deseos de la mujer, de la hembra al sentir su acoso sexual y verbal, ademas de poder verla día a día casi desnuda como hombre, como varón que era, pero èl supo negarse a si mismo y a la mujer, no una vez si no muchas y decir no yo respeto a Dios-Elohim, de mis padres y respeto ha a tu marido y esposo que ha puesto su confianza en mi, pues todo lo ha puesto en mis manos y yo respeto a mi señor-Ishi
9) No existe otro mayor que yo en está casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto eres su mujer y èl es tu dueño, ¿como pues, haria yo este grande mal y pecaria contra Dios.
JOSE MAYORDOMO Y ADMINISTRADOR DE POTIFAR.
En la casa-Koine-G, Bait Bayith-H, de mi señor no hay, no existe otros mayor que yo, pues soy mayordomo-Sar-H-Oikinomos-G, y administrador-Epitropos-G, de su bienes y de todo su personal, yo hago en está casa como quiero, solamente tu me has sido apartada, separada pues eres tu solamente reservada para mi señor, pues eres mi señora y esposa y mujer de Potifar, ¿Como creès que yo haria esta maldad, y pecaria en contra del Dios a quien sirvo y le quitará a escondidas a la mujer de mi señor Potifar, para darle placer a mi carne y poder complacer tu ardor. 
EL OFRECIMIENTO DE SEXO, LUJURIA Y PLACER.
10) Hablando ella a Josè cada día, y no escuchandola èl para acostarse al lado de ella, para estar con ella,
La esposa, la mujer de Potifar sabiá que las murallas más fuertes, altas y poderosas se debilitan día a día, a causa de los golpes que recibe y comenzó a trabajar a tratar de debilitar las fuerzas, las fortalezas en Dios que tenía Josè y le decía Josè. Amorcito ven, vamos ha hacer el amor, quiero sentir tu piel sobre mi carne y mi piel sobre tu carne, tomame en tus brazos, acaricia mi cuerpo, mis partes intimas, mis pechos de hembra desesperada por ti, de mujer ardiente y hazme tuya, disfruta de mi cuerpo de hembra, de diosa de placer y de fuego, ven vamos a la cama a darle rienda suelta a nuestros instintos, a nuestra carne. 
Más Josè no la escuchaba, no la miraba y siempre sus ojos estaban mirando hacia el suelo y no hacía caso de sus invitaciones al pecado pues le entraba por un un oído y le salía por el otro y no pecaba contra Jehová Dios de los Ejèrcitos.
11) aconteció que entró èl un día a la casa para hacer sus oficio, y no había nadie de los de casa allí.
Y aconteció, sucedió que despuès de días y días de lucha, tentación y de ofrecimientos, que Josè entró en la casa para hacer su trabajo de llevar los libros de la cuentas de las ventas, de lo que se necesitaba comprar, seleccionar las ropas y uniformes de Potifar que se  encontró a solas con la mujer de Potifar, pues no había nadie allí, pues los siervos se encontraban trabajando en el campo, a pedido de la Zelicah. 
12) Y ella lo asió de la ropa, diciendo: Duerme conmigo, Entonces èl dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió.
La mujer, la esposa de Potifar, la cual era muy ardiente y al parecer que ese deseo por Josè, no solo era ocasional, sino una costumbre, pues lo había estado practicando con otros jovenès siervos de la casa de Potifar, sè le acercó y le comenzó a hablar y a mostrar su cuerpo casi desnudo, diciendo. Josè ven hagamos el amor, estoy que me quemo por ti de deseo y pasión, ven Josè vamos a la cama y hagamos el amor, quiero que èstes dentro de mi, mi amor, estoy loca y desesperada por ti, hazme tu mujer y tu hembra y lo asió de las ropas al verse atrapado entre el cuerpo, la carne y los brazos de la mujer, de la hembra Josè sè soltó, sè liberó y corrió dejando sus ropas, sus pertenencias entre las manos de la mujer.
13) Cuando vio ella que le había dejado sus ropas en sus manos, y había huido fuera,
Cuando la esposa de Potifar, vio que Josè la había dejado; sè sintió despreciada, menospreciada, desdeñada, rechazada y desairada y tuvo ira, cólera y rabia porque ella se había tirado al suelo, se había humillado por este varón con sus ofrecimiento y èl la dejo. pues solo había logrado su desprecio a su hermosura, a su belleza, a su ardor y sensualidad, cuando vio que las ropas de Josè se habían quedado en su poder todo su ardor, toda su calentura, todo su deseo por sexo y lujuria se apago y quiso vengarse rápidamente. (Josè es el tipo del Señor Jesús).
14) llamó a los de la casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traido un hebreo para que hiciese burla de nosotros. Vino èl a mi para dormir conmigo, y yo di grandes voces,
LAS MENTIRAS Y PATRAÑAS DE LA MUJER DE POTIFAR.
La mujer de Potifar era astuta y inteligente y pensó rápidamente en vengarse y comenzó a dar gritos cómo si la mataran, llamando a todos los siervos que estaban en los alrededores de la casa y les dijo: Mirad, mi esposo vuestro señor  nos trajo un esclavo, un siervo hebreo, de otra raza para que haga escarnio, burla, mofa y tratara de violarme, de violentarme sexualmente con violencia a pesar que soy la esposa de su señor y dueño, sin embargo esto no le importo y trató de satisfacer sus bajos instintos depravados y ruines; yo me defendi y defendi mi dignidad de señora de está casa y pelee con èl y me puse a gritar y  a llorar pidiendo ayuda y el cobarde huyó dejando sus ropas en mi cama, en mi lecho.
15) y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió.
Y ese perverso, ruin, vil, inicuo, cruel y pervertido hombre, ese hebreo al escuchar que yo gritaba y que ustedes corrian hacía aqui para auxiliarme, a socorrerme huyó, se escapó dejando en mi cama, en la cama de mi esposo sus ropas, las cuales son testigo de sus deseos y vileza. y la mujer de Potifar puso junto a ella, las ropas de Josè , del varón que había sido fiel a Dios, a su patrón y a sus principios, desde el momento en que llegó a la casa del capitán Potifar hasta el instante en que salió huyendo de la presencia de la mujer de Potifar, fue pues que la mujer de Potifar comenzó a contar conforme a su propios pensamiento y conveniencia, usando las mismas palabras que antes había hablado a sus siervos. 
Y le dijo a su esposo. Potifar èl siervo que tu trajistes a casa me trató de deshonrararme, de violarme, de hacer vileza conmigo me tomó a la fuerza y me metió a la cama y me despojo de mis ropas y cuando yo senti su cuerpo yo comence a gritar y al escuchar que me habían escuchado tus siervos huyo rapidamente dejando sus ropas tiradas en la cama.
Y sucedió, aconteció que como todo hombre que se cree burlado, que cuando su mujer terminó de hablar se encendió su ira, su colera y su rabia e hizo apresar, tomar preso a Josè y lo golpearon y lo pusieron preso en la cárcel, Pótifar jamás supo la joya calentona que tenia por esposa y que compartia su cuerpo, su intimidad, sus atributos carnales y su sexo con otros hombres, con otros siervos que no podian decir esta boca es mía y hacer declaraciones porque hubieran ido a la cárcel.
CAPITULO 44 DEL LIBRO DE YASHAR, VERSOS DEL 14, AL 25.
Yashar:44. 14 Y Yosef tenía 18 años de edad, un joven con bellos ojos y hermosa apariencia, y como él no había en toda la tierra de Mitzrayim. - 15 En ese tiempo mientras él estaba en la casa de su amo, saliendo y entrando atendiendo a su amo, Zelicah la esposa de su amo, alzó sus ojos hacia Yosef y ella lo miró a él, y mira, él era un joven hermoso y bien favorecido. - 16 Y ella codiciaba su belleza en su corazón, y su alma estaba fijada sobre Yosef, y ella lo tentaba día tras día, y Zelicah persuadía a Yosef diariamente, pero Yosef no alzaba sus ojos para mirar a la esposa de su amo.- 17 Y Zelicah dijo a él: ¡Qué apuesta es tu apariencia y tu forma! En verdad yo he mirado a todos los esclavos, y no he visto un esclavo tan bello como lo eres tú; y Yosef dijo a ella: Ciertamente El, quien me creó a mí en el vientre de mi madre, creó a toda la humanidad. - 18 Y ella le dijo a él: ¡Qué bellos son tus ojos, con lo cuales has deslumbrado a todos los habitantes de Mitzrayim, hombres y mujeres! Y él le dijo a ella: Qué bellos son mientras estamos vivos, pero si los miras en la sepultura, seguro te volverás de ellos. - 19 Y ella dijo a él: ¡Qué bellas y placenteras son todas tus palabras! Toma ahora, el arpa que está en la casa, y toca con tus manos y déjanos oír tus palabras. - 20 Y él le dijo a ella: ¡Qué bellas y placenteras son mis palabras cuando yo hablo la alabanza de mi Elohim y Su Gloria! Y ella dijo a él: ¡Qué bello es el cabello de tu cabeza! Mira el peine de oro que está en la casa, tómalo por favor, y encrespa los cabellos de tu cabeza. 
21 Y él dijo a ella: ¿por cuánto tiempo hablarás estas palabras? Para de hablar esas palabras a mí. Levántate y atiende tus asuntos domésticos. 22 Y ella dijo a él: No hay ni uno en la casa y no hay nada que atender excepto sino tus palabras y tu deseo; aun no obstante esto, ella no pudo traer a Yosef hacia ella, ni él puso sus ojos sobre ella, sino que dirigió su mirada al suelo . - 23 Y Zelicah deseaba a Yosef en su corazón, que él se acostara con ella, y en el tiempo que Yosef estaba sentado en la casa haciendo su trabajo, Zelicah vino y se sentó delante de él, y ella lo tentaba diariamente con su discurso que se acostara con ella, o tan siquiera mirarla, pero Yosef no la escuchaba a ella.- 24 Y ella dijo a él: Si tú no haces de acuerdo a mis palabras, yo te castigaré con el castigo de muerte, y pondré un yugo de hierro sobre ti. - 25 Y Yosef dijo a ella: Ciertamente el Elohim quien creó al hombre suelta los grilletes de los prisioneros, y es El quien me liberará de tu prisión y de tu juicio.  lo que hacía le salía bien.

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