NO SOY DIGNO DE QUE ENTRE EN MI CASA.

INTRODUCCION.

En nuestra siguiente Parashat, estaremos meditando sobre el tema que lleva por titulo. No Soy Digno De Que Entres En Mi Casa. Durante los años de creyentes que tenemos hemos escuchado con toda seguridad mas de una vez predicas y sermones sobre este tema, como la fe de un soldado, de un militar romano que sorprendió y maravillo a nuestro Señor Jesucristo.

DESARROLLO.

Lc:7.5.10. Despues que hubo terminado todas sus palabras al pueblo que le oía, entró en Capernaum.

* El Señor Jesús, había estado hablando, predicando el Mensaje de Salvación a una gran multitud de almas, a miles de miles de hombres, mujeres, niños y ancianos en el monte, en la montaña de la bienaventuranzas, de la bendiciones, hablando sobre el amor a los enemigos, hablando sobre la medida de las bendiciones. (El monte de la bienaventuranzas esta asentado en la orilla del mar de Galilea-Tiberiades-Kineret, entre Capernaum-Cafernaúm-Capernaún-Kafar Nahún y Genesaret,-Guenn ' Saret  en la actualidad se desconoce el lugar el lugar exacto donde esta) (Al parecer existe una discrepancia entre los Evangelios, Mateo nos habla de un monte y Lucas nos describe una planicie, un valle pero eso es inexacto e impreciso porque despues de cada monte o montaña existe un valle, una planicie, una extensa area de tierra, de arboles y plantas). Y despues de haber terminado de enseñar, de hablar, de predicar a esta gran multitud que lo seguía y escuchaba se dirigió y entro en Capernaum.

EL SIERVO DEL CENTURION ENFERMO DE GRAVEDAD.

2) Y el siervo de un centurión, a quien este quería mucho, estaba enfermo y a punto de morir.

* Y aconteció que el siervo, que el mayordomo de un centurión, de un capitan del ejercito romano, a quien el militar amaba, quería mucho y estaba a punto de morir debido a la enfermedad que lo estaba consumiendo. (Con toda seguridad el siervo, había criado de niño, al centurión y visto por el cuando fue joven, esto lo creemos porque la cultura romana no hablaba ni enseñaba acerca del amor y respeto hacía los siervos, mas que de explotación, humillación y castigo) (Mateo nos relata que el siervo estaba paralizado en cama con fuertes dolores de muerte)

LOS ANCIANOS JUDIOS SON ENVIADOS ANTE EL SEÑOR POR EL OFICIAL.

3) Cuando el centurión oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, rogandole que viniese y sanase a su siervo.

* El Señor Jesús, había comenzado su ministerio y el centurión-Hekatontarchos-G, (Era un oficial del ejercito romano, oficial de mando tactico el cual estaba al mando de una centuria, de cien soldados) había oído hablar los testimonios de sanidad del Santo Cordero de Dios y creyó, por la fe que viene por el oír y el oír la Palabra de Dios y Jesús Era y Es la Palabra Viva, la Torah Viva del Padre, inmediatamente el militar se comunico con los ancianos principales de los judíos de la sinagoga-Sinagoge-G-Beit Keneset-H. De la localidad de Capernaum, para que ellos fueran donde estaba El Señor y le pidieran en el nombre del centurión, que sanara a su siervo.

LOS ANCIANOS INTERCEDEN POR EL CENTURION.

4) Y ellos vinieron a Jesús y le rogaron con solicitud, diciendole: Es digno de que le concedas esto;

* Ante el pedido del oficial romano, ellos vinieron a hasta donde se encontraba El Señor Jesús y le explicaron el pedido, la demanda, el encargo, la necesidad de la solicitud del centurión, del oficial romano y le decían. Rabbi, Maestro es bueno,  justo y necesario que le concedas este pedido, esta virtud, este milagro y bendición.

MILITAR DE BUEN TESTIMONIO.

5) porque ama a nuestra nación, y nos edificó una sinagoga.

*  Porque este oficia,l romano ama a nuestro país, a nuestra nación, a nuestra patria (El centurión romano era un militar querido, apreciado, respetado y de buen testimonio delante del pueblo hebreo, pues si recordamos el pueblo y todo judío aborrecían a los romanos, pues los habían sometido) es de buenos sentimientos y de buen corazón pues nos ha construido una sinagoga, un templo donde adorar a Dios.

SEÑOR NO SOY DIGNO DE QUE ENTRE EN MI CASA.

6) Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión envió a el unos amigos, diciendole: Señor no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo;

* El Señor Jesús, los escucho con atención y comenzó a caminar junto con los ancianos de los judíos rumbo a la casa donde vivía el oficial romano, pero aconteció que al faltar solo poco para que llegaran a la casa del centurión, el varón romano mando, envío a otro grupo de amigos judíos con este mensaje, con estas palabras. Rabbi, Maestro Jesús, yo no soy digno, merecedor y meritorio de que entres debajo de mi techo, dentro de mi casa, que pongas tus pies santos sobre el piso de mi casa, porque soy un hombre pecador.

DI ENVIA LA PALABRA Y MI SIERVO SERA SANO.

7) por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero di la palabra, y mi siervo sera sano.

* Rabbi, Santo Hijo de Dios Unico y Verdadero, por que soy hombre y oficial del ejercito romano y soy pecador delante de Dios y delante de ti, que eres Santo, Puro y Misericordioso por esos mismos motivos es que yo no me atreví ir hasta donde estabas tu Santo Señor, porque me reconozco indigno, pecador, malo, vil y porque no puedo pararme delante de ti y verme en tus santos ojos, los cuales son el Espejo de mi alma y de mi carne. Pero Maestro, Rabbi y Mesías solo te pido que digas la Palabra la envies y mi siervo sera sano de toda enfermedad, paralisís, dolor  y fiebre. ( Amado Aji y Ajot ahora nosotros podemos mandar, enviar la palabra, la orden, el decreto y la declaración hacía el enfermo, sin importar lo lejos que pueda estar, en otro país o otra nación porque la Palabra esta consolidada y respaldada por El Padre y El Hijo y El Santo Espíritu de Dios., usted la puede enviar por telefono o estando de rodillas delante del Señor en oración, solo envie la palabra.)

8) Porque tambien yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mi órdenes; y digo a este: Ve y va; y al otro: Ven y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.

* Porque Señor Jesús, yo hombre, militar del ejercito romano y he sido puesto bajo la autoridad, mando, poderío, jerarquía, poder y  fuerza de la jerarquía de la superioridad de mis superiores y lo que se ordene hacer y realizar lo tengo que realizar y así mismo estoy puesto sobre autoridad, mando, orden y dominio sobre los soldados que estan bajo mis órdenes y si le digo a uno de mis subalternos, a uno de mis oficiales de menor rango o a mis soldados: Ve, el va y hace lo que le ordene sin dudas ni murmuraciones y si le digo a otro: Ven el viene y espera sus ordenes para cumplirlas de la misma forma y si digo a unos de mis siervos que trabajan en mi casa: Haz esto o lo otro, el lo hace porque yo soy su jefe y dueño de la casa y de su vida. (El centurión romano no estaba tratando de justificarse ante El Señor Jesús, sino que le estaba hablando conforme al accionar de las cosas y de los acontecimientos de la vida de la persona.)

EL SEÑOR SE MARAVILLA DE LA FE DEL CENTURION.

9) Al oír esto, Jesús se maravillo de el, y volviendose, dijo a la gente que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.

El Señor Jesús, que todo lo sabía y lo sabe escuchaba con atención al militar y se quedo maravillado, sorprendido y impresionado ante las palabras del oficial, el cual no estaba tratando de justificarse, ni de exaltarse sino de humillarse delante de El y volviendo su mirada a la gente, a la multitud de hombres, de varones y mujeres  que le seguían les dijo, les anuncio: Os digo que ni en Israel ni en las naciones, ciudades y pueblos vecinos no he encontrado tanta fe, como en este varón romano.

SANIDAD DEL SIERVO.

10) Y al regresar a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo.

* Cuando regresaron a la casa del centurión romano, sus amigos que habían sido enviados, mandados; hallaron al siervo del capitan sano levantado sin dolores, ni fiebre, ni ninguna clase de dolor o de molestias, el siervo había sido sanado justo en el momento en que El Señor envió su Palabra sanadora, restauradora y la reprensión a la enfermedad y al demonio que lo estaba atormentado y matando al siervo.