EL SICARIATO
En nuestra siguiente parashat estaremos meditando sobre el tema que lleva por título. El Sicariato. Leiamos con sorpresa, asombro y pena que los seis hijos varones de un pastor, se habían dedicado al sicariato, este siervo del Señor tuvo nueve hijos entre varones y hembras de los cuales seis se descarriaron del camino del Señor Jesús, cinco están muertos y uno purga prisión en una cárcel de los Estados Unidos, por varias cadenas perpetuas, estos hombres, estos varones estaban llamados por Dios a seguir el ministerio pastoral del padre pero sin embargo, ellos escucharon la voz de Satanás, esto nos debe de poner alerta a los pastores y padres a vigilar a nuestros hijos, el siervo y su esposa oraron por estos seis hijos con lagrimas y tambièn ayunaron, pero a pesar de todo ellos, los seis hijos prefirieron la vida facíl, el dinero rapidó, nos preguntamos que fallo y la respuesta es que el Diablo esta como león rugiente viendo a quien devorar. La palabra sicario-Sikario-G viene de los 50 a.C. la cual era una organización, tambièn conocida como los Zelotes, encargada de matar, de asesinar y terminar con a vida de personas involucradas con el gobierno politico y militar de Roma, ellos se mezclaban con el pueblo y es ahí que en un descuido mataban a politicos y militares.
DESARROLLO.
San Mateo:5.21,22. Ustedes han oído que se dijo a los antiguos: No mataras, y que cualquiera que mate sera culpable de juicio.
* El señor Jesús, se encontraba en el monte conocido de las bienaventuranzas (Localizado en la orilla noroeste del lago, del mar de Galilea entre Cafarnaum y Genesaret), El estaba enseñando a una multitud de mas 30 mil personas y les hablaba sobre las bienaventuranzas y tambièn sobre el que no deberiamos de matar ni siquiera con el pensamiento y dijo. Ustedes habeis oido a los creyentes de la antiguedad, de la Ley y los Profetas. No mataras en el Mandamiento, en la ley, en el decreto y que cualquiera que lo hiciera y derramara sangre de su semejante sera reo de juicio de muerte y sera lapidado, apedreado. La Santa Palabra de Dios. No Mataras, no asesinaras, no derramaras sangre de hombre alguno conocido o desconocido sobre el haz, sobre la faz de la tierra, cuando El Señor Jehová Dios de los Ejèrcitos dio esta ley, este mandamiento no existian sicarios, asesinos alquilados para matar, para quitarle la vida a otra persona por encargo. (Sin embargo hoy en dia en todos los países sudamericanos, centroamericanos y otros fuera de la región, existen una gran multitud de jóvenes entre los 16 a los 20 años los cuales se dedican a alquilar sus servicios y matan, asesinan por poco dinero en algunos casos para darse un nombre y todos los días se encuentran cadaveres de hombres y en muchos casos tambièn de mujeres, estos jóvenes viven en deleites como buena ropa, dinero y poder de quitarle la vida a cualquiera)
22) Pero yo les digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, sera culpable de juicio, y cualquiera que diga a su hermano necio, sera culpable ante el concilio, y cualquiera que le diga fatuo, quedara expuesto al infierno eterno.
* El Señor Jesús, estaba dando el mensaje de la Palabra de Dios a esta gran multitud, en el sentido natural, material y literal pero especificamente en el sentido espiritual hablaba para nosotros a los gentiles del siglo 21, para nuestros jóvenes que han olvidado las buenas enseñanzas de los padres y han optado por el mal, por lo facil y por matar). Cualquiera pues que se enoje, que tenga ira, colera, ardor deseos de venganza contra su hermano, pariente, vecino, amigo, semejante y no se ponga a cuentas con Dios arrepintiendose de su pecado y a si mismo no le pida perdón al ofendido y su corazón no se ponga, no se habrá en paz con el, sera digno, reo, culpable de juicio y de condenación ante el tribunal, el concilio, el sanedrin (El Sanedrin tenia 70 miembros y cualquiera que insulte, humille, menosprecie y heche por el suelo su reputación de su hermano, amigo, pariente, enemigo, semejante y le diga solamente fatuo, sonso, tonto, animal, bruto, ignorante, payaso será reo, preso, juzgado y condenado para ser expuesto a las llamas del infierno ardiente, del fuego y azufre.
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