MALDITO EL VARON QUE CONFIA EN EL HOMBRE.

INTRODUCCIÓN.

En nuestra siguiente Parashat estaremos meditando sobre el tema que lleva por titulo. Maldito el Varón que Confia en el hombre. El ser humano, el hombre, la persona, el que no es creyente y camina por vista, es decir el que confía en las personas, en las circunstancias y en la suerte, está esperando recibir ayuda del amigo, de la familia, del gobierno y no pone en primer lugar a Dios, como dependiente solamente de Él, en todo momento, lugar, circunstancia, problema, situación mira y estera en la carne, en los afectos familiares, amical y sociales: olvidando que de las Santas manos de Dios Jehová de los Ejércitos proviene todo lo que tenemos y tendremos.
Nosotros los seres humanos, hombres y mujeres tambièn esperamos cambios en la gobernabilidad de los partidos politicos mediantes los elegidos para gobernar y votamos, elegimos y ponemos nuestra confianza en ellos y casi en su totalidad somos engañados porque no hacen lo que prometieron hacer cuando eran candidatos.
PALABRAS DE ORACION.

DESARROLLO.

Je:17. Así dice el Señor: Maldito el hombre que en el hombre confía, y hace de su carne su fortaleza, y del Señor se aparta su corazón.

MALDITO EL HOMBRE QUE CONFÍA EN EL HOMBRE.

* La Santa Palabra de Dios, las Santas Escrituras nos dicen, al igual que ayer les habló a la generación de Jeremias-Anatoht-H; Jehová Dios es concreto, conciso y definido amados, Dios no sé anda por las ramas sino que ataca el mál de frente y lo desarraiga, destruye y corta; estamos centralizandonos en la generación de Jeremias, Profeta mayor de Judá y de Jerusalén en pleno  siglo VII, desde los reyes, (Josias, Joacim y Sedecias.) los príncipes, los generales, ministros y pueblo sé habían alejado, distanciado del Señor Dios Jehová de los Ejércitos, le habían dado la espalda debido al pecado, a la iniquidad, a la maldad  y habían caído en el letargo, en el sueño, la sequedad, la frialdad, la tibieza, la muerte y oscuridad espiritual y frente a la disciplina, al golpe, al chicote del Padre y a la Palabra Profetica que Dios les estaba dando, ellos optaron, decidieron por escuchar, creer, esperar y confiar en el hombre, en la carne, en lo que sus ojos podian ver, en los reyes y faraones y en sus ejércitos, (Pero más que en nada, estaba que los reyes confiaban en su oro, en sus posibilidades y lo que podían hacer con ello, como alquilar, contratar a sus ejércitos). Dios que conoce el pensamiento de todo hombre les dice.
 Así dice Él Señor. Toda Palabra Profetica de parte de Dios, comenzaba con estas palabras, Maldito, perverso, malo, desarraigado, desgraciado, sin futuro, el hombre, la persona, el ser humano al que Dios le dio inteligencia y sabiduría, que a pesar de estos atributos, de estos dones confía, que espera, creé en lo que el hombre, la persona, el amigo, el rey, el gobernante puede hacer por el o por ella.

PODER DE LA CARNE, DEL BRAZO EN EL HOMBRE.

* Maldito, con grande maldición todo hijo de los lomos de Abrahám, de Isaac y Jacob y todo creyente en Él Santo de Israel, en Él Eterno, en El Señor Jesucristo que pone su confianza, su necesidad y espera en lo que las relaciones con los amigos, socios, patrones, gobernantes, la carne, el mundo, el brazo, el poder, el puesto del hombre puede hacer por él o por ella, porque en lo que  espera obtener y recibir  sera avergonzado, humillado, zarandeado porque no recibira, no obtendrá lo que esta esperando; porque él hombre cambia de idea, de pensamiento, de forma de pensar, por el fin de los días del hombre, que  son cortos y pocos, que hoy es y mañana ya no es  y no puede hacer más allá de lo que le esta permitido hacer. Él hombre que espera en el hombre esta seco, cansado, frío y muerto espiritualmente por su pecado, por su  rebeldia, por su maldad y iniquidad;  porque su corazón, su alma, su vida se ha alejado, se a apartado, distanciado de la comunión y amistad de Dios, porque ha hecho del brazo del hombre, de la amistad del hombre su fortaleza, su ayuda, su socorro, su provisión, su pronto auxilio en la necesidad, en el problema, en el desempleo y porque a sacado a Dios de su vida definitivamente.