MIS EMOCIONES Y MI YO.
INTRODUCCION.
En nuestra siguiente Parashat, estaremos meditando sobre el tema que lleva por titulo. Mis Emociones y mi Yo. Mucho se ha hablado de las emociones y tambièn sabemos donde están ellas guardadas, muchas veces bajo doble llave y con pasador en otros casos solamente están aseguradas solo con picaporte o pasador. ¿Quién no se ha levantado por la mañana con el pie izquierdo?, ¿con mal humor o con ánimo irritable? ¿Qué tal de la otra forma? Con un estado de ánimo muy positivo, con ganas de vivir y de luchar, queriendo gozar de la vida y hacer felices a los demás. Muchas veces nos sentimos alegres, llenas de gozo, y otras veces muy tristes, desanimados, o peor aún, con ira y enojo. En otros casos cuando las personas, los creyentes son solteros, separados o divorciados se levantan con el deseo carnal, animal, sexual levantado y esto es posiblemente porque habríamos estado mirando alguna película no pornográfica ni de sexo, pero si con pasajes de mujeres que exhibían su cuerpo, sus pechos como es lo más común que pase, o posiblemente vino a nuestra mente el recuerdo de alguna mujer con hermosos atributos, o la vimos por el parabrisas o la ventanilla del coche y esa imagen se quedo prendida en nuestra mente y formo parte de nuestras emociones y recuerdos.
Somos por naturaleza seres emocionales, y eso no es malo en sí mismo, Dios nos ha creado con emociones, y ellas son parte de nuestro ser. A la vez, debemos tener cuidado con no dejarnos llevar por nuestras emociones, porque si dejamos que ellas nos gobiernen, nos llevarán a tomar decisiones con consecuencias irreversibles en algunos casos de las que nos arrepentiremos toda la vida, muchas veces somos movidos, dirigidos y guiados por la tristeza y nos deprimimos a causa de nuestros hijos o familiares que no están cerca, o posiblemente no están caminando conforme nosotros queremos y deseamos.
DESARROLLO.
QUE SON LAS EMOCIONES.
Dt. 28:65. Y entre esas naciones no hallarás descanso, y no habrá reposo para la planta de tu pie, sino que allí el SEÑOR te dará un corazón temeroso, desfallecimiento de ojos y desesperación de alma.
* El pueblo de Dios, Israel, estaba en el desierto y El Señor Jehová Dios de los Ejèrcitos le dice. Y entre esas naciones que habitan en Canaán a las cuales vosotros tendrèis que vencer y echarlas de esos lugares mediante la guerra, vosotros no tendrèis descanso físico, ni emocional de de vuestras almas porque son gente y pueblos peligrosos y jamas habrá reposo, descanso y seguridad para vuestras vidas y personas, sino que El Señor Jehová Dios de los Ejèrcitos, permitirá que vosotros tengáis un corazón y un espíritu temeroso, vigilante y desconfiado a consecuencia de vuestros enemigos, desfallecimiento de los ojos a causa de la vigilancia de los alatayas y vuestras almas siempre estarán en guardia, en control de las cosas sea de día o sea de noche.
Muchas veces confundimos los sentimientos con las emociones y se usan indistintamente. Según el Diccionario de la RAE un sentimiento es el estado afectivo del ánimo producido por causas que lo impresionan vivamente. Por su parte, una emoción es la alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática”. Los sentimientos son más duraderos, y las emociones son alteraciones del ánimo que son pasajeras.
Jr: 17.9. Engañoso es el corazón más que todas las cosas,
Las emociones están muy relacionadas con el espíritu en èste son relacionadas con el corazón el cual es el tipo del alma, y no debemos anularlas, ya que seríamos robots sin ellas, personas frías y calculadoras. Pero no debemos dejarnos dominar por ellas: Porque son pasajeras y, por muy intensas que sean, deben estar sometidos y conducidos por las Santas Escrituras y por las Santas Manos de Dios. Cuando vienen estas emociones a nuestras vidas, emociones de diferentes formas y nombres lo primero que debemos de hacer es no perder el control y llevarlas cautivas, presas y dominadas a los pies de nuestro Señor Dios. Las emociones trabajan en nuestra alma Nepesh- y en nuestra mente, en nuestro cerebro ahí es el lugar donde ellas son activadas, controladas pero jama olvidadas porque en algún momento de nuestras vidas se van a prender con solo una chispa del recuerdo, de nuestra pasión y de nuestra concupiscencia que solo esta dormida y tanto creyentes como mundanos estamos expuestos a èste mal del pasado.
EMOCIONES SIN CONTROL.
St:1.14.
* pero cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado.
Muchas veces durante nuestras vidas hemos sidos tentados en el sentido carnal, animal y sexual y muchas veces decimos es el Diablo que me está mandando está tentación, está provocación por supuesto que está afirmación es una mentira, una excusa y falsedad nuestra porque las Santas Escrituras dicen. Que nosotros somos tentados por nuestra propia concupiscencia-Epithmia-G de los deseos de nuestra alma, de nuestra pasión, de lo que alguna o muchas veces nosotros practicamos con placer para el placer de nuestra carne, hablando específicámente de la Fornicación, la Lujuria y el Adulterio estos son recuerdos, son emociones que se pueden activar automáticamente cuando nosotros nos ponemos en el camino de alguna ramera, de alguna prostituta, cuando nos alejamos de la oración y el ayuno y nos ponemos a mirar películas seculares y mundanas, no pornográficas y nuestra carne tal vez por segundos miran escenas de desnudos de pechos, muslos y piernas de mujeres y hembras y es en ese momento que se prende la chispa y se activa y si no nos alejamos del televisor, de la película, del pensamiento y de la emoción carnal y sexual de nuestra mente y alma tendremos ahí mismo o al día siguiente el deseo de ir a buscar una ramera para caer en pecado santos del Señor, porque en toda esa noche tendremos deseos y sueños con está clase de mujeres que están a la venta en los prostíbulos y nuestra carne se estará cebando y engordando para pecar contra Dios, es decir ya estamos pecando en nuestros pensamientos pero no en la carne, no dentro de la vagina de la ramera y todavía tenemos vida, pues no la perdamos, pues aun tenemos vida.
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