EL DESALIENTO.
En nuestra siguiente Parashat estaremos meditando en el tema que lleva por título. Mi Alma Está Desalentada. Los creyentes evangèlicos, cristianos y protestantes muchas veces en nuestra vida de creyentes seamos varones y damas, jóvenes y adultos pasamos por tiempo de desaliento pues somos atacados por èste espíritu inmundo llamado desaliento, èl cual opera en el mundo para lo cual usa de la pruebas, luchas, enfermedades, vicisitudes de la vida, la soledad, falta de dinero y de trabajo, la murmuración, la calumnia y el chisme; desde luego que todo esto son las armas del Maligno, del Diablo, de Satanás, de la Serpiente Antigua y del Príncipe de èste mundo, que arma todo esto para desalentarnos y debilitarnos en nuestro servicio a Jehová Dios de los Ejèrcitos y apagarnos en nuestra íntima comunión con Dios.
Si bien es cierto, que el desánimo, el desaliento, el decaimiento, el abatimiento y la opresión es un estado del hombre natural, el cual puede ser momentáneo o permanecer a nuestro lado por largo tiempo hasta convertirse en depresión, el mismo puede ser influenciado por un sin número de factores, pero en general se refleja cuando algo que no queremos, nos sucede o cuando no estamos satisfechas con lo que viene a nuestras vidas. Aunque el desánimo en sí mismo no es pecado, muchas veces se hace acompañar de amargura, enojo, ira, falta de contentamiento, y en ocasiones mostramos desacuerdo con lo que Dios nos está permitiendo atravesar y nos dejamos gobernar por la melancolía.
Tampoco podemos ignorar las maquinaciones y el trabajo de Satanás, que en los momentos de desaliento trae a la mente pensamientos y argumentos donde tenemos la potestad de apoyar y consentir o contrarrestar con las Santas Escrituras, con la Palabra de Dios su ataque perverso.
PALABRAS DE ORACION.
DESARROLLO.
DESARROLLO.
Sal:42.5,6. ¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios! Nuevamente lo alabaré, ¡Mi Salvador y mi Dios! Ahora estoy profundamente desalentado, pero me acordaré de ti… Pero cada día el Señor derrama su amor inagotable sobre mí, y todas las noches entono sus cánticos y oro a Dios, quien me da vida
* El rey-Melek David, ha pesar de haber sido un varón, un hombre fuerte, de guerra, valiente que había peleado contra los enemigos de Jehová de los Ejèrcitos y de Israel-Yisrael, en contra de los filisteos hasta vencerlos, muchas veces en su vida de hombre, de varón, de creyente, de padre y de rey se había desalentado y oprimido por muchos motivos y èl rey David comienza ha hacerse unas preguntas y dice: ¿Porque motivos estoy desalentado? ¿y porque está triste (Kaá-H Tristeza) mi corazón-Lev y mi alma-Nepesh?
(Cuando estamos pasando por momentos de desaliento y de tristeza a causa de algún motivo familiar, conyugal, laboral, economico, pruebas y luchas la parte espiritual de nuestro ser tripartita nuestra alma se desalienta, se deprime è entristece muy fuertemente y esto hace que nuestra carne, nuestro ser exterior se llene de esta emoción y al estar deprimida nuestra alma y nuestro cuerpo esto desalienta a nuestro espíritu humano, el cúal sigue deseando buscar el Santo Rostro de Dios, pues El Santo Espíritu de Dios está trabajando, operando guiandonos por el)
(Sin duda què èl Rey David Dawid- se encontraba desalentado, deprimido, triste y aparentemente abandonado pues muchos amigos y servidores de èl le habían dado la espalda y hablaban y murmuraban a sus espaldas y decían que porquè había pecado contra Jehová- Dios de los Ejèrcitos-Sevaot., es què estaba enfermo y se preguntaban cuando va ha morir.)
Y llega el momento en què èl declara delante de Dios y dice. ¡Acaso soy un varón sin Dios ni esperanza, para vivir desanimado, desalentado, oprimido y atado por la voz del hombre perverso y por èl Diablo! ¡acaso no soy un hijo y siervo del Dios Vivo, para estar enlutado por la tristeza de mi alma, de mi espíritu, de mi mente y de mi corazón! ¿porquè tendría que poner mi vida, mi salud y mi esperanza en el hombre, en lo què es carne y sangre-Dan y no en las Santas Manos del Dios de mis padres, en El Dios de mi Salvación.
Mi alma y mi espíritu tienen sed del Dios Viviente, de tirarme a sus Santos Pies-Margeloth-H y alabar y bendecir su Santo-Kadosh Nombre en el medio de la profundidad del desaliento, porquè solamente El, es El que rescata mi alma del desaliento, de la murmuración, de las criticas, de los malos deseos, de la enfermedad y de la muerte.
Pero olvidando a mis enemigos-Oh yev-H-Tsar-Eks thórs-G, que son los enemigos de Mi Dios-Elohim, me acordare de El, de lo que El ha hecho en mi vida y le cantare canticos y salmos a su Nombre y orare en su Santa Presencia
* El rey-Melek David, ha pesar de haber sido un varón, un hombre fuerte, de guerra, valiente que había peleado contra los enemigos de Jehová de los Ejèrcitos y de Israel-Yisrael, en contra de los filisteos hasta vencerlos, muchas veces en su vida de hombre, de varón, de creyente, de padre y de rey se había desalentado y oprimido por muchos motivos y èl rey David comienza ha hacerse unas preguntas y dice: ¿Porque motivos estoy desalentado? ¿y porque está triste (Kaá-H Tristeza) mi corazón-Lev y mi alma-Nepesh?
(Cuando estamos pasando por momentos de desaliento y de tristeza a causa de algún motivo familiar, conyugal, laboral, economico, pruebas y luchas la parte espiritual de nuestro ser tripartita nuestra alma se desalienta, se deprime è entristece muy fuertemente y esto hace que nuestra carne, nuestro ser exterior se llene de esta emoción y al estar deprimida nuestra alma y nuestro cuerpo esto desalienta a nuestro espíritu humano, el cúal sigue deseando buscar el Santo Rostro de Dios, pues El Santo Espíritu de Dios está trabajando, operando guiandonos por el)
(Sin duda què èl Rey David Dawid- se encontraba desalentado, deprimido, triste y aparentemente abandonado pues muchos amigos y servidores de èl le habían dado la espalda y hablaban y murmuraban a sus espaldas y decían que porquè había pecado contra Jehová- Dios de los Ejèrcitos-Sevaot., es què estaba enfermo y se preguntaban cuando va ha morir.)
Y llega el momento en què èl declara delante de Dios y dice. ¡Acaso soy un varón sin Dios ni esperanza, para vivir desanimado, desalentado, oprimido y atado por la voz del hombre perverso y por èl Diablo! ¡acaso no soy un hijo y siervo del Dios Vivo, para estar enlutado por la tristeza de mi alma, de mi espíritu, de mi mente y de mi corazón! ¿porquè tendría que poner mi vida, mi salud y mi esperanza en el hombre, en lo què es carne y sangre-Dan y no en las Santas Manos del Dios de mis padres, en El Dios de mi Salvación.
Mi alma y mi espíritu tienen sed del Dios Viviente, de tirarme a sus Santos Pies-Margeloth-H y alabar y bendecir su Santo-Kadosh Nombre en el medio de la profundidad del desaliento, porquè solamente El, es El que rescata mi alma del desaliento, de la murmuración, de las criticas, de los malos deseos, de la enfermedad y de la muerte.
Pero olvidando a mis enemigos-Oh yev-H-Tsar-Eks thórs-G, que son los enemigos de Mi Dios-Elohim, me acordare de El, de lo que El ha hecho en mi vida y le cantare canticos y salmos a su Nombre y orare en su Santa Presencia
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