LA SALVACION SE PUEDE PERDER POR EL PECADO.
INTRODUCCION.
En nuestra siguiente Parashat, estaremos meditando sobre el tema que lleva por título. La Salvación se Puede Perder Por el Pecado. El siguiente tema es bastante polemico porque existen dos corrientes doctrinales y las dos declaran tener la razón. Nuestros hermanos protestantes declaran que el creyente que hizo la oración del pecador y esta fue hecha de corazón y le sirvió al Señor Jesucristo y luego por un motivo o por otro cayo y no volvió a la comunión con El Señor y murió en pecado, es Salvo, su tesis en la cual ellos se apoyan es que El Señor Jesús, hizo un solo sacrificio, que todo lo hizo una sola vez, El en la cruz del calvario.
Por lo contrario nosotros los creyentes pentecostales de hueso colorado creemos, enseñamos, testificamos y defendemos nuestra doctrina la cual está inspirada en las Santas Escrituras y ellas son el soporte, la seguridad, el gozo y la paz a nuestras vidas. Nosotros los creyentes pentecostales tenemos el conocimiento que nos da las Santas Escrituras es que si por un caso u otro caemos en pecado y no hemos sido restaurados por Dios y su Santo Espíritu a la comunión con Dios, pues el creyente en pecado pues va a condenación y no llegara al Tribunal de Cristo, santos de Jehova no estamos hablando de fornicación y adulterio si no pues de frialdad, de tibieza, de sequedad espiritual y que el fuego se a secado en nuestras vidas.
DESARROLLO.
Ro:8.1. Ahora pues ya no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús, los cuales no andan conforme a la carne si no al Espíritu.
NO EXISTE MAS CONDENACION PARA LOS CREYENTES.
* Efectivamente, Las Santas Escrituras, declaran, detallan, testifican y anuncian que ya no existe, que ya no hay más condenación, más muerte eterna, fuego, infierno, lago de fuego, la retribución a nuestros pecados, maldades y iniquidades si es que estamos en El Señor Jesucristo.
Es indudable que los creyentes caemos a lo largo de nuestras vidas en pecado de fornicación y esto involucra a hombres y mujeres cuando estamos jóvenes, tambièn decimos que esto no es una forma de vida, pues los fornicarios no heredaran la Vida Eterna, pero si a lo largo de nuestras vidas de creyentes hemos caído en pecado sea con alguna creyente de la iglesia o en el caso con una ramera tenemos que apartarnos de nuestro pecado y correr a los Santos pies de nuestro Padre en la mediación del Señor Jesús y reconciliarnos con El Señor Jesucristo y valga la redundancia querer, desear ser restaurados por la Santa Mano de Jehová Dios de los Ejèrcitos. Aun cuando el justo caiga siete veces El Señor Jehová lo levantara, lo restaura más al pecador y al impío no, de lo contrario nuestros nombres podrían ser borrados del Libro de la Vida. (El pecador es el hombre y la mujer que nunca desearon al Señor en sus vidas y el impío es el que una vez fue creyente y se aparto y no volvió jamás a los pies del Señor).
PARA LOS QUE ESTAN EN CRISTO JESUS.
El creyente evangèlico que a caído en pecado sea el pecado que sea, no debe de quedarse en su pecado y no endurecerse en su caída, en su transgresión, iniquidad y pecado, sino pues que debe buscar la restauración espiritual apenas es reprendido, exhortado, llamado de atención por Dios y de su Santo Espíritu y debe de volverse al Señor, estar en cada culto en la iglesia, en los ayunos y vigilias y no debe de participar en el desarrollo de los cultos, solo debe de estar sentado en la última fila de sillas hasta que El Santo Espíritu de Dios lo levante y sea restaurado, debe de apartarse de todo deseo carnal y buscar los frutos del Espíritu de Dios. Recordemos pues santos que si nosotros nos quedamos pegados, felices, aplastados en nuestro pecado estamos despreciando el sacrificio del Señor Jesús en la cruz del calvario y estamos cerrando la posibilidad del perdón a nuestros pecados y ya no habrá más sacrificio por nosotros, porque estamos despreciando la Sangre Santa del Cordero de Dios, amados si hemos pecado vayamos pues a la cruz del Señor y busquemos la Sangre del Santo Hijo de Dios para el perdón de nuestros pecados.
En nuestra siguiente Parashat, estaremos meditando sobre el tema que lleva por título. La Salvación se Puede Perder Por el Pecado. El siguiente tema es bastante polemico porque existen dos corrientes doctrinales y las dos declaran tener la razón. Nuestros hermanos protestantes declaran que el creyente que hizo la oración del pecador y esta fue hecha de corazón y le sirvió al Señor Jesucristo y luego por un motivo o por otro cayo y no volvió a la comunión con El Señor y murió en pecado, es Salvo, su tesis en la cual ellos se apoyan es que El Señor Jesús, hizo un solo sacrificio, que todo lo hizo una sola vez, El en la cruz del calvario.
Por lo contrario nosotros los creyentes pentecostales de hueso colorado creemos, enseñamos, testificamos y defendemos nuestra doctrina la cual está inspirada en las Santas Escrituras y ellas son el soporte, la seguridad, el gozo y la paz a nuestras vidas. Nosotros los creyentes pentecostales tenemos el conocimiento que nos da las Santas Escrituras es que si por un caso u otro caemos en pecado y no hemos sido restaurados por Dios y su Santo Espíritu a la comunión con Dios, pues el creyente en pecado pues va a condenación y no llegara al Tribunal de Cristo, santos de Jehova no estamos hablando de fornicación y adulterio si no pues de frialdad, de tibieza, de sequedad espiritual y que el fuego se a secado en nuestras vidas.
DESARROLLO.
Ro:8.1. Ahora pues ya no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús, los cuales no andan conforme a la carne si no al Espíritu.
NO EXISTE MAS CONDENACION PARA LOS CREYENTES.
* Efectivamente, Las Santas Escrituras, declaran, detallan, testifican y anuncian que ya no existe, que ya no hay más condenación, más muerte eterna, fuego, infierno, lago de fuego, la retribución a nuestros pecados, maldades y iniquidades si es que estamos en El Señor Jesucristo.
Es indudable que los creyentes caemos a lo largo de nuestras vidas en pecado de fornicación y esto involucra a hombres y mujeres cuando estamos jóvenes, tambièn decimos que esto no es una forma de vida, pues los fornicarios no heredaran la Vida Eterna, pero si a lo largo de nuestras vidas de creyentes hemos caído en pecado sea con alguna creyente de la iglesia o en el caso con una ramera tenemos que apartarnos de nuestro pecado y correr a los Santos pies de nuestro Padre en la mediación del Señor Jesús y reconciliarnos con El Señor Jesucristo y valga la redundancia querer, desear ser restaurados por la Santa Mano de Jehová Dios de los Ejèrcitos. Aun cuando el justo caiga siete veces El Señor Jehová lo levantara, lo restaura más al pecador y al impío no, de lo contrario nuestros nombres podrían ser borrados del Libro de la Vida. (El pecador es el hombre y la mujer que nunca desearon al Señor en sus vidas y el impío es el que una vez fue creyente y se aparto y no volvió jamás a los pies del Señor).
PARA LOS QUE ESTAN EN CRISTO JESUS.
El creyente evangèlico que a caído en pecado sea el pecado que sea, no debe de quedarse en su pecado y no endurecerse en su caída, en su transgresión, iniquidad y pecado, sino pues que debe buscar la restauración espiritual apenas es reprendido, exhortado, llamado de atención por Dios y de su Santo Espíritu y debe de volverse al Señor, estar en cada culto en la iglesia, en los ayunos y vigilias y no debe de participar en el desarrollo de los cultos, solo debe de estar sentado en la última fila de sillas hasta que El Santo Espíritu de Dios lo levante y sea restaurado, debe de apartarse de todo deseo carnal y buscar los frutos del Espíritu de Dios. Recordemos pues santos que si nosotros nos quedamos pegados, felices, aplastados en nuestro pecado estamos despreciando el sacrificio del Señor Jesús en la cruz del calvario y estamos cerrando la posibilidad del perdón a nuestros pecados y ya no habrá más sacrificio por nosotros, porque estamos despreciando la Sangre Santa del Cordero de Dios, amados si hemos pecado vayamos pues a la cruz del Señor y busquemos la Sangre del Santo Hijo de Dios para el perdón de nuestros pecados.
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