DESCANSANDO EN LAS MANOS DEL SEÑOR.
INTRODUCCIÓN.
En nuestra siguiente `Parashat, estaremos meditando sobre. sobre el tema que lleva por titulo. Descansa en las manos del señor. Todos los seres humanos, creyentes y no pasamos por pruebas, por necesidades, enfermedades, tiempos de caída, de sequedad, de murmuración, calumnia, chisme, hambre y tentaciones y mucho creyente no ha aprendido a descansar en las manos del Señor.
No te angusties ante las circunstancias difíciles e imposibles que enfrentas; es precisamente ahora cuando necesitas descansar en el poder sobrenatural de Dios. Todo es posible para él... ¡Descansa!
No te desesperes procediendo de manera impulsiva y contraria a la voluntad de Dios; aunque estés “entre la espada la pared” no te dejes llevar por “esas opciones” aparentemente oportunas que se han presentado ya que se contradicen a los lineamientos bíblicos. No sea que una mala decisión te lleve a una situación peor. Dios tiene su tiempo perfecto... ¡Descansa!
No te sientas a la deriva, como que si Dios se olvidó de tu caso; pues aunque parezca que todo se salió de control, su presencia soberana está procediendo a tu favor. Nada “se le escapa de sus manos”. Él sabe lo que hace ahora.
No pienses que todo se echó a perder, pues aunque veas solamente escombros inservibles a tu alrededor, Dios es capaz de levantarte de las cenizas. Él es fiel.
DESARROLLO.
II Co:4.8,9. Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos.
* El Santo Espíritu hablando por la boca del apóstol Pablo nos dice. Esta alguno de vosotros atribulados, probados, afligidos, preocupados, turbados por las pruebas que llegan a vuestras vidas, tal vez por las enfermedades, la separación, el divorcio, la falta de trabajo, adulterio de la esposa o del esposo, olvido de los hijos entre otras cosas; pero esto no hara de ti una persona angustiada, desesperada por las circuntancias, por los problemas, no vosotros no os dejareis arrastrar, tirar al suelo por esto, podrán estar apurados muchos de vosotros, por las cosas de la vida, pero desesperados, podran estar perseguidos por el acusador, por el maligno, por sus hijos, por los juicios y condenas del mundo; pero no estamos desamparados, no estamos sin la protección de Dios, si no cubiertos por su infinita misericordia, por las alas del Eterno, muchos de vosotros, de nosotros podremos estar derribados por el pecado, por la iniquidad, por el sexo, por la lujuria, por la fornicación, pero no destruidos, no acabados, no sometidos al pecado y a la iniquidad porque Jehová Dios de los Ejércitos levanta hasta siete veces al justo y lo sigue llamando por su nombre de la justicia del Señor Jesús más al impio y al pecador no. No olvidemos que ÉL Señor es nuestro pronto auxilio en la tribulación, en las pruebas y pone nuestros pies en roca segura.
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