EL VALLE DE LOS HUESOS SECOS.

INTRODUCCIÓN.

En nuestra siguiente Parashat, estaremos meditando sobre el tema que lleva por titulo. El Valle de los Huesos Secos. (Israel es el tipo del valle de los huesos secos) Que cosa es un valle de huesos secos, podría ser nuestra ser la iglesia, ministerio, familia, hijos, esposa, hijos, pastorado, que está atravesando por la sequedad, la agonia espiritual; somos creyentes y durante nuestras vidas y servicio al Señor pasamos por momentos de victoria, de perdida, de prueba, de tentaciones, por valles y desiertos y por más caídos que podamos estar, El que tiene la ultima Palabra de levantarnos y restaurarnos es nuestro Buen y Eterno-Olam Dios, El con el Poder de su Santo Espíritu nos vuelve a la Vida, como dice la Santas Escrituras. No con ejércitos, ni espadas ni jabalinas si no solamente con el Poder, la Gracia y la Misericordia de su Santo Espíritu.

DESARROLLO.
Eze:37:1,10. La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos.

La Presencia de Dios, de Jehová de los Ejércitos, la unción del Altísimo, vino sobre el profeta Ezequiel, llenando todo su ser de su Presencia y lo tomo, lo llevo, lo rapto, lo secuestro en el espíritu ( Es el tipo del rapto de la iglesia del Señor Jesús ) y lo hizo pasar, atravesar por un valle lleno de huesos secos sin vida, secos, olvidados, sin memoria ni esperanza.
Muchas veces El Santo-Kadosh de Israel Yisrael, nos hará pasar, atravesar por el valle de huesos secos, de la vida de los creyentes, de los ministros y pastores que están atravesando por el abismo, por la derrota, por el pecado para que nosotros o ellos oren por nosotros y comiencen a hablar vida a nuestras vidas que están muertas en el espíritu, esto es la unción del Santo trabajando en nuestras vidas para su Gloria y alabanza.

2) Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor, y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera.
* El profeta Ezequiel, comienza a testificar, a recordar los eventos, los hechos de aquel día,  cuando El Dios de Israel lo hizo pasar, atravesar,  pues Jehová mismo lo estaba llevando, metiendolo, dentro de un gran cementerio de huesos secos, sin vida, sin esperanza ni futuro, pues los muertos no tienen futuro y Ezequias camino por el entorno, por el campo donde estaban los huesos de centenares de hombres ( Los huesos secos es la tipologia del pueblo de Dios, del pueblo de Israel, que estaban sin vida, fríos, vacios pues se habían apartado de su Dios, de su Señor para dedicarse al pecado, a invocar a dioses falsos, a demonios.

3) Y me dijo: Hijo de Hombre, ¿Vivirán esos huesos?  Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes.
* El Padre- Abba de toda carne y espíritu, le hace una pregunta a su siervo, a su profeta y le dice ¿ Ezequiel, dime y responde, si estos huesos secos, sin vida, volverán a caminar, a servirme. ? Dios es Dios y es Santo y Santo y Santo tres veces Santo y le esta haciendo la pregunta no porque no sepa lo que ha de ocurrir y suceder, pues El es Omnisciente, Omnipresente y Omniponte a lo que él profeta le responde. Señor Jehová Dios de los Ejércitos solamente tu lo sabes mi Señor pues todo esta en tus santas manos.

4) me dijo entonces: profetiza sobre esos huesos, y diles: huesos secos, oíd palabra de Jehová.
* El Señor y Dios de toda la tierra, de los cuatro extremos de la tierra le dice a Ezequiel comienza a hablar a estos huesos, profetiza sobre ellos, si profetiza vida y resurrección sobre ellos y diles hombres, jóvenes y adultos del pueblo de Israel, que estáis secos, agonicos, heridos, sin vida, que estáis en letargo del pecado, de la maldad, de la concupiscencia oid la Santa Palabra de Jehová y recuperad vida, y lévantaos ( Cuando el creyente caído escucha la Palabra, el Rhema de Dios es fortalecido, restaurados y levantado por el Dón de la Palabra, del Espíritu Santo de Dios.

5) Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: he aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis.
Ezequias, comenzó a hablar a esos huesos secos, dio la Palabra, la orden nacida en el corazón de Dios. A si ha dicho, asi a ordenado, a decretado Jehová El Señor. Yo El Hacedor, El Creador, vuestro Dios hago entrar, tener espíritu de vida  en vosotros y volverán a la vida por mi poder,  amor, Gracia, por mi voluntad y mi santa unción.

6) Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.

Y creare, pondré tendones sobre esos huesos, sobre vosotros pueblo de Israel, os daré  fuerzas, ligamentos nuevos, tendones que os afirmen sobre sus pies y haré subir carne sobre vosotros, los cubrire de carne y de piel por el poder de mi Palabra, la cual es Viva y eficaz y os daré 

(7) Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor, y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.

Ezequias, comenzó a profetizar sobre la muerte, la sequedad, el abandono, el pecado, la frialdad sobre una multitud de huesos secos, como le había mandado El Eterno de Israel y mientras Ezequiel profetizaba hubo un ruido muy grande y tras el ruido un temblor remeció la tierra, ( Esto es el tipo de la promesa del Consolador, del Espíritu Santo )  y los huesos se comenzaron juntar, a acomodar, hueso con hueso, es decir cada hueso con su hueso, en una forma admirable, sobrenatural, y única  formando una multitud de esqueletos completos.
Posiblemente en nuestras vidas, existan huesos secos, en nuestras familias, en nuestros hijos que no quieren servir o que se han alejado del Señor, pues es tiempo de profetizar sobre ellos, es tiempo cubrirlos de gozo, de paz, de amor en El Señor Jesús profeticemos amados y declaremos lo que esta en el corazón de Dios, decretemos vida sobre ellos, decretemos que son siervos y siervas del Señor, declaremos, decretemos que esos huesos secos vuelven a la vida y que van a honrar al Señor Jesús.
(8) Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.
Ezequias, quedo mirando, luego de profetizar sobre los huesos secos y comenzaron a crearse tendones, ligamentos, nervios  sobre los huesos,  al mismo instante por el Poder sobrenatural de Dios, los huesos comenzaron a llenarse de carnes, de musculos, de venas; desde la cabeza a los pies se cubrio de carne, es decir las cuencas de los ojos con sus propios ojos, la cabeza de cabellos, el maxilar y la boca de dientes, los dedos de las manos y de los pies de uñas, pero no había en ellos aun vida, no había espíritu de vida en cada esqueleto.
9) Y me dijo: profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: así ha dicho Jehová el Señor: espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.

Nuevamente El Señor Jehová Dios de los Ejércitos ordena a Ezequias que continue profetizando y le dice. Profetiza hijo de hombre, profetiza siervo mio, sobre  estos cuerpos sin vida y  y ordena, decreta, establece sobre el espíritu, sobre el alma de cada uno de ellos y diles. A si ha dicho El Señor Jehová Dios de toda carne y de todo espíritu, ven espíritu de los cuatros puntos cardinales de la tierra, de los cuatro vientos y vivifica estos cuerpos muertos sin vida, sin esperanza, levanta, restaura y da vida a estos cuerpos y vivirán `por el Poder de mi Santa Palabra, por mi voluntad infinita.

(10) Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.
Dios siempre tiene estrategias de cómo pelear, de cómo ganar la batalla, de cómo conquistar nuestro terreno. Dios siempre le habla a gente que desea pelear, que desea ir al frente de batalla y tomar lo que les pertenece. Dios es un Dios guerrero. De tal manera que se hace llamar: “Jehová de los ejércitos”, o “Varón de guerra”.

A Él le agrada pelear porque es la única manera de poder conquistar nuestro territorio. Es verdad; nos hemos cansado de escribir y repetir esa frase: “Dios es amor”, “Dios trae paz”. Pero Dios dice: Me encanta el amor y me agrada la paz, pero también quiero formar un pueblo guerrero, que vaya al frente de batalla. Porque ya te he dicho que no es tu fuerza ni es tu espada, sino mi Espíritu guerrero el que estará en ti para que ganes la batalla. Por tanto anímate, ponte mi armadura y marcha al frente, que yo pelearé por ti.