LOS NABATEOS.
Pueblo de origen árabe, y que hablaban y escribían también en arameo. Entre los siglos VI y IV a.C. se desplazaron hacia el norte, apoderándose de las plazas fuertes de Edom y de Moab. Al controlar las rutas de las caravanas del Oriente Medio, llegó a un notable grado de influencia y de civilización. Su apogeo se sitúa entre el año 200 a.C. y el 100 d.C. Llegó un momento en el que su poder se extendía al norte, hasta Damasco (2 Co 11:32) y a la Coelosirua, al sur hasta Madã in Sãlih (al-Hijr), en el Hedjaz septentrional (1 Mac 5:25),(1Mac 9:35),( Ant 13:15) y diversas inscripciones).
Los nabateos establecieron su capital en Petra, a 90
Km. al sur del mar Muerto; en el AT esta ciudad era conocida bajo el nombre de
Sela (Is 16:1). Los nabateos tenían artistas, arquitectos, ingenieros y
ceramistas notables. En la misma roca de Petra, de manera muy particular,
tallaron casas, templos y tumbas. Más que nadie en aquella época, desarrollaron
la agricultura hasta en el mismo desierto. Fueron maestros en el arte de
excavar cisternas y depósitos, y de traer, de lejanas fuentes, mediante
acueductos, el agua necesaria para la irrigación.
Petra, la ciudad rosa, permaneció desconocida en
Occidente hasta el año 1812. Más adelante, en 1900, se descubrieron lugares
altos establecidos al aire libre. Los nabateos adoraban al sol y a la luna. Con
frecuencia, sus deidades evocaban un culto a la fertilidad; sus dioses
principales eran Dusares (Dionisos, Baco) y la diosa Alat. Hacia el año 312
a.C., Antígono, uno de los sucesores de Alejandro Magno, dirigió dos
expediciones contra los nabateos, que resistieron con éxito. El rey Aretas III
(entre el año 85 y el 60 a.C.) entró por primera vez en estrecho contacto con
los romanos. En el año 47 a.C., Julio César exigió a Malco I que le diera
jinetes.
El país conoció la realidad de su poderío bajo Aretas
IV (4 a.C. a 40 d.C.), cuyo etnarca intentó arrestar a Pablo en Damasco (2 Co
11:32). En el año 105 de nuestra era, Trajano puso fin a la autonomía de los
nabateos; al año siguiente, su territorio vino a ser una provincia romana bajo
el nombre de Arabia Pétrea (la Arabia de Petra). Hay autores que sitúan el
origen de esta nación en Nebaiot, hijo de Ismael (Gn 25:13). (Véanse ARETAS, NEBAIOT,
SELA.)
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